Marcelo Pogolotti. Vanguardia, ideología, sociedad

La exposición está integrada por 41 obras, de ellas 27 óleos, tres técnicas mixtas y 11 dibujos. Abarca desde Lavandera planchando, realizada en 1925 cuando inició su carrera como artista, hasta 1938 en que pinta su último cuadro: Encuentro de dos épocas, en una dolorosa batalla contra una ceguera progresiva que culmina ese año con la pérdida total de la visión.

Marcelo Pogolotti fue uno de los más activos iniciadores del movimiento de renovación artística en Cuba. Colaboró con ilustraciones en Revista de Avance y participó en la Exposición de Arte Nuevo en 1927. Después de su inicial experiencia cubana, el aprendizaje más importante de Pogolotti empieza a su llegada a París, cuando se enfrenta a las vanguardias europeas. Los primeros años son de exploración e incorporación de todos aquellos elementos con los que iría construyendo su propia estética. Pasa por una etapa mecanicista, que deriva hacia la abstracción pura; se relaciona con los núcleos futuristas, pero también es atraído por el surrealismo, cuya huella se reconoce en algunas de sus composiciones abstractas.

Pero el núcleo más importante de su obra está por llegar. Pogolotti dará un giro importante para hacer una pintura que, sin renunciar a ninguno de los hallazgos del arte moderno, tomará un carácter claramente social. La serie de dibujos Nuestro tiempo (1930-1931) comienza este importante y definitivo ciclo de su obra plástica. La pintura que realiza a continuación intenta sintetizar en un resultado coherente fuerzas consideradas antagónicas: los hallazgos de una larga tradición de pureza estética con el más apremiante mensaje revolucionario.